Palabras que arden en mi boca,
sentimientos que brotan en mi alma
y latidos que suenan en mi pecho
son hoy mi ardiente locura.
Tu sonrisa mi espejo,
tus labios el azúcar de mi vida,
tu pelo el negro de mis noches
y tus ojos la fuente de mi pecado.
Son palabras vacías
de un sentimiento amargo
que nació una tarde de otoño
y murió una noche de invierno.
No noto el calor de tus brazos,
ni el aroma de tu pelo,
me falta el latir de tu pecho
y las palabras de tu boca.
Ahogo el dolor de este amor
en la soledad de la noche,
el frió de este invierno
ronda mi alma y apaga mi corazón.
Escribo letras que jamas leerás,
versos que jamas se compondrán,
y esquivo mi vida
entre el dolor de un amor
que se ha ido.